Te supe frágil y desnudo,
tan frágil eras, tan desnudo
que se quebró tu sombra al respirar.
Abrí la puerta y las voces del agua
adoptaron la forma de tu cuerpo.
Tan leve parecías, tan al borde
de ti
que la noche aprendió
el modo de dormirse sobre el rio.
Chantall Maillard
te supe frágil y desnudo
bedding landscapes I
no necesitar
tu estrella tibia brillante
salpicando mi espalda
estar fría
bordada
serena en la sábana
que anuda tus pies
distancia justa
En el amor, y en el boxeo
todo es cuestión de distancia
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo digo tonterías
me echo a temblar
pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas
Cristina Peri Rossi
recuerdo anticipado
entre tus pestañas
la yema del índice
-no caben en ningún libro-
las conversaciones que no tuvimos
dibuja
tentación
Afuera llueve; cae pesadamente el agua
que las gentes esquivan bajo abierto paraguas.
Al verlos enfilados se acaba mi sosiego,
me pesan las paredes y me seduce el riego
sobre la espalda libre. Mi antecesor, el hombre
que habitaba cavernas desprovisto de nombre,
se ha venido esta noche a tentarme sin duda,
porque, casta y desnuda,
me iría por los campos bajo la lluvia fina,
la cabellera alada como una golondrina.
Alfonsina Storni
papel tela
háblame
tú, objeto cotidiano absorto en los días frenéticos
atraviesa el tiempo con los hilos de tu traje
despiértame
y
envuelve la monotonía de mis lugares comunes
disociación AV
El oído derecho hace esfuerzos imprecisos por escuchar lo que tu boca parece estar hablando.
El oído izquierdo, sacudido por un latido interminable y caliente, espera en sordo silencio.
Es inútil.
Los ojos bien abiertos apenas acarician tu figura.
Y me miras confundido, sin poder tú tampoco oír lo que tengo que besarte.
desencuentro
Inesperadamente.
Recortes de mirada azul, sonrisa, buenos días,
componen partes de tu silueta pensativa.
Aún no sé cómo te gusta el café.
cold in hand blues
y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
Alejandra Pizarnik
tránsito en paralelo
El movimiento brusco de sus manos, -ven, o, aléjate?-, desplazó tanta pasión a un lado y a otro, que no pudo prepararse para su raro efecto: la quietud absoluta. Perpleja, se miró los dedos manchados de arcilla.
Caminando despacio a su lado, la silueta guardó el pequeño libro en su bolsillo.
Caminando despacio, ni acercándose ni huyendo, la silueta continuó su tránsito en paralelo.