El oído derecho hace esfuerzos imprecisos por escuchar lo que tu boca parece estar hablando.
El oído izquierdo, sacudido por un latido interminable y caliente, espera en sordo silencio.
Es inútil.
Los ojos bien abiertos apenas acarician tu figura.
Y me miras confundido, sin poder tú tampoco oír lo que tengo que besarte.
disociación AV
domingo, 14 de marzo de 2010 by elena sol
Filed under
de mí
having
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario