Para que no lo cuente
para que no haya testigos de mi dolor,
ni los que de ojos atentos
parecen personas.
Porque dolor de amor
convierte a caballo en caballero
emboscado
bajo inocente crin,
y dolor de amor
convierte un río crecido
en estiércol funesto
que ha de beber la tierra,
pero no mi boca.
Para que no lo sepa,
para que no lo sienta,
yo maté a mi caballo
y allano a pie los caminos de piedra
que me han de llevar a la cima desierta.
Dejo detrás de mí
a mi compañero en la fuga,
le ahorro el último esfuerzo
y le saco mi puñal.
Allá arriba, a la cima de mi pena,
se llega a pie, y desnuda.
Amor mi señor, Luisa Castro.
para que no lo cuente (caballo que llora I)
miércoles, 11 de agosto de 2010 by elena sol
el cielo
martes, 10 de agosto de 2010 by elena sol
el cielo una disonancia de plata
por los correctos
dedos de Abril
se disolvió
en un
laberinto de joyas opacas
ahora, como una mariposa nocturna
con torpes alas
revolotea y da tumbos sobre la hierba
choca con los árboles y las casas
y finalmente
se interna en el río
En época de lilas, E.E.Cummings
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