imperfección

miércoles, 14 de julio de 2010 by elena sol

[...Aquella noche, cuando desnudé despacio, con dulzura, a una Naoko que lloraba a mares, su cuerpo me pareció imperfecto. Los pechos eran duros; los pezones, protuberantes en exceso; las caderas, extrañamente rígidas. Sin duda, Naoko era una muchacha hermosa, y su cuerpo, atractivo. Me excitaba sexualmente, tenía un enorme poder de atracción sobre mí. Pero, con todo, mientras abrazaba, acariciaba y besaba su cuerpo desnudo, me poseyó una extraña emoción ante la torpeza de aquel cuerpo. Hubiese querido explicárselo. Pensé: "Ahora estoy haciendo el amor contigo. Estoy dentro de ti. Pero, en realidad, no tiene ninguna importancia. Tanto da. No deja de ser un coito. Al poner en contacto nuestros cuerpos imperfectos, no hacemos más que contarnos lo que no podríamos contarnos de otro modo. Y así adquirimos conciencia de nuestras respectivas imperfecciones".]

Tokio blues, Haruki Murakami

Filed under having

0 comentarios: