Las ventanas reflejan
el fuego de poniente
y flota una luz gris
que ha venido del mar.
En mí quiere quedarse
el día, que se muere,
como si yo, al mirarle,
lo pudiera salvar.
Y quién hay que me mire
y que pueda salvarme.
La luz se ha vuelto negra
y se ha borrado el mar.
Francisco Brines
apunte de un viaje (en coche)
miércoles, 2 de junio de 2010 by elena sol
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de poemas
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