Cuando llega Septiembre tengo ganas de comer fresas con nata caliente aunque aún no sea su época. Y pelar una montaña de patatas para comerlas contigo asadas en la lumbre de la casa del pueblo que no conocí. En vez de eso hiervo huevos tamaño XL en la batería de cocina comprada en Ikea un año de estos. Tal vez el próximo Septiembre venga más dulce, y podamos abrazarnos envueltos en chispas azules como el color de tus-mis sonrisas.
Mientras tanto, llueven plumas baby en mi cocina total white.
september potatoes
lunes, 9 de noviembre de 2009 by elena sol
Filed under
de libros
having
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario